El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), ha activado un cerco epidemiológico para controlar el primer caso de influenza aviar H5, detectado en una granja de producción avícola en la provincia de Cotopaxi.
La detección se da como resultado de los controles que efectuó Agrocalidad y que se incrementaron ante las alertas presentadas en Colombia, Perú y México sobre casos positivos de influenza aviar, una enfermedad altamente patógena. Por lo cual se han levantado 24 muestras, correspondientes a la unidad productiva (granja) afectada, la cual se encuentra intervenida, donde técnicos de Agrocalidad activaron los protocolos establecidos en el Plan Nacional de Contingencia de Influenza Aviar.
Patricio Almeida, director Ejecutivo de Agrocalidad, afirmó que estos protocolos incluyen cuarentena, vigilancia y muestreo de la población aviar susceptible de contagio en la zona. “El objetivo es determinar si puede haber otros potenciales contagios”, precisó el funcionario.
El funcionario agregó que, al momento, la población de aves afectadas no supera el 0.15% del total nacional y se encuentra geolocalizada. De esta manera, el brote -hasta el momento- se encuentra controlado. Asimismo, informaron a la población que la influenza aviar no afecta en ninguna forma a las personas que consumen huevos y carne de pollo.
El control y la erradicación de la influenza aviar se hace con el propósito de mantener la productividad del sector avícola nacional, que tiene 1.810 granjas avícolas y genera 1.800 millones de dólares, lo que representa el 23% del PIB Agropecuario, aportando con 300.000 empleos. Además, produce 500.000 toneladas de pollo y 3.000 millones de huevos al año.
Luis Barcos, representante regional para América de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), quien está de visita en Ecuador, felicitó a las autoridades por la reacción ante lo que ha sucedido, pues se ha llevado una política de prevención y de control. Pidió a los ciudadanos no entrar en temor, porque no hay razón para ello. (I)