Sus días son grises y parecen no terminar, pero el amor sigue presente en cada recuerdo que vivió junto a su ser querido por más de 22 años, en el que compartieron muchos sentimientos que el tiempo nunca podrá borrar.

Doña Elsa Ramírez Elizondo, con lágrimas que ruedan por su rostro le parece que todo es un mal sueño del que quisiera despertar y volver a estar con su amado esposo Juan Carlos Vera Sánchez, el popular “Pantera”, quien fue asesinado el 16 de mayo de 2023 en los exteriores de su vivienda en las calles 9 de Noviembre entre 5 de Junio y García Moreno en Babahoyo.

“Él era todo para mí. Me cayó todo encima”, comenta Elsa de 51 años que no se resigna a aceptar lo que le pasó a su esposo, quien estaría hasta el último día de sus vidas, quien la apoyaba en los tratamientos, medicinas, en los quehaceres de la casa. Era el sustento del hogar, con lo que ganaba como guardia.

“Pantera” era cuidador de carros toda la noche y madrugada, un trabajo pesado y peligroso, pero su oficio era justo y honrado, hasta aquel día que llegaron sujetos desconocidos y lo dispararon mientras descansaba en una silla luego de su ardua labor.

En el 2020, doña Elsa sufrió graves afectaciones en su salud; catarata en sus dos ojos y diabetes tipo 2, en esos meses no podía realizar ninguna actividad sin su esposo, que se convirtió una vez más en su todo, al igual que lo hizo ella, cuando Juan Carlos fue internado por una operación intestinal, demostrando así el incondicional amor que no se apagó en momentos más difíciles.

Para la ceguera de Doña Elsa se necesitaban más de 2 mil dólares, que los escasos recursos económicos y la falta de ayuda no lograron conseguir, sin embargo, solo pudo ser intervenida del ojo izquierdo y continuar con su tratamiento por la diabetes.

Ahora en mayo de 2023, la esposa del difunto “pantera” vive con la compañía fiel de sus tres perritos, aunque si tiene dos hijos cada uno con hogares. Doña Elsa comenta que, si la ayudan no la han dejado sola, incluso su hija la visita todos los días para brindarle alimentos y se queda las tardes en su domicilio, pero son de escasos recursos para conseguir realizarle una operación o tratamiento.

Por ejemplo, la aplicación de insulina es a diario y tiene un valor aproximado de 20 dólares, antes las conseguía su esposo y le quedan las últimas aplicaciones de ahí no sabe qué hacer, a esto se suma gasto de exámenes, alimentos y el pago de alquiler.

Personas solidarias

A pesar de todas estas situaciones, la Fundación Camilo Salinas Sacoto, a cargo del Dr. Camilo Salinas y representante de RenalCkare Dialysis Center, conoció el caso y aportó con una ayuda realizando evaluación de su enfermedad, derivar exámenes para que la paciente cumpla y en los próximos meses pueda ser operada.  

No obstante, para la intervención debe nivelar la glicemia o azúcar en la sangre, descartar problemas renales, presión arterial y eliminar retención de líquido, de esta manera podría ser intervenida en julio, de su ojo derecho por medio de otra fundación. (I)

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