El miércoles de ceniza es el inicio de la Cuaresma (los 40 días en los que los católicos se preparan para la pasión, muerte y resurrección de Jesús). En estos días se busca un camino espiritual, compuesto de penitencia, arrepentimiento y ayuno previo a la Semana Santa.
La celebración contenida en el Misal Romano, consiste en imponer durante la Misa una marca de ceniza en forma de cruz en la frente de los feligreses. «Polvo eres y en polvo te convertirás” (…) “Conviértete y cree en el evangelio”, son las frases, pronunciadas por sacerdotes mientras dibujan con ceniza la señal de la cruz.
Cada año, el Miércoles de Ceniza se observan por las calles miles de católicos con esta señal en su cara que es el resultado de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, se imponen sobre los católicos como un recordatorio que la vida terrenal es temporal: “La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentre en el cielo”, recalca el sacerdote. (I)