Aunque intentó aferrarse a seguir viviendo y que la habían dado por muerta a nivel nacional incluso el Presidente, la Policía Verónica Songor Tapia falleció la tarde de este domingo 16 de octubre, luego de una semana de luchar por su vida.
Verónica de 24 años fue herida de gravedad en un ataque armado la madrugada del 9 de octubre, mientras cumplía su labor al interior de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC), de Socio Vivienda en Guayaquil.
La Policía Nacional lamentó la pérdida de la agente, quien falleció cumpliendo su deber. Al menos siete impacto de balas de fusil, terminaron con su vida.
Según el Dr. Roberto Gilbert, indicó que la uniformada necesitó de tres reanimaciones y medicamentos debido a la gran pérdida de sangre que tuvo a consecuencia del atentado por lo que su estado de salud era crítico.
Juan Zapata, Ministro de Interior lamentó la muerte de Verónica y expresó su solidaridad con la familia. «Nuestros héroes que entregan su vida para enfrentar la delincuencia no están solos, no permitiremos que exista impunidad en su caso».
La joven agente de Policía, tenía siete meses de servicio en la institución y desempeñaba el cargo de atención ciudadana, donde cumplía su primera designación en la ciudad de Guayaquil. (I)