La oportunidad llegó y él no la dejó pasar. Rehabilitarse del consumo de drogas y salir de la delincuencia fue para Anthony Montaño de mucha voluntad y perseverancia en cada proceso del camino, hasta ser un hombre nuevo.
El joven oriundo del cantón Yantzaza en la provincia de Zamora Chinchipe, desde niño tuvo una vida rodeada de muchas adversidades; separación de sus padres, maltrato, pobreza y falta de educación que lo llevaron por caminos erróneos de las adicciones a las drogas e incluso se convirtió en un delincuente conocido en la pequeña ciudad fronteriza.
Sin embargo, en momentos que parecían los más difíciles apareció la ayuda que necesitaba, para salir del mundo oscuro en el que permanecía. En el 2019 el Teniente Coronel, Patricio Vargas llegó como jefe del Distrito de esa jurisdicción y conoció en caso del muchacho, al mismo que a través de alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas logró que ingresara a rehabilitación.
El Teniente con voluntad de servir, buscó los mecanismos oportunos para “salvar” una vida y dar un mensaje a los jóvenes en la actualidad. Patricio llegó a ser padrino de este caso y luego de 4 años, Anthony Montaño es certificado como Guardia de Seguridad Privada en la Ciudad de Quito, tras un constante proceso que le permitió el cambio positivo que necesitada.
“Es algo muy emocionante. No solo para mí, sino para todos los que conformamos la Policía Nacional, porque con esto damos muestras de que debajo del uniforme existe también un ser humano, una persona que siente las necesidades y los problemas de la gente”, señaló el Teniente.
Mientras que Anthony está agradecido con Dios, por las cosas buenas que llegaron en sus últimos años, “Me siento bien por haber cumplido mis sueños de haberme graduado de guardia de seguridad. He logrado cosas que parecían imposibles y he hecho caso a las cosas que me ha dicho mi padrino Patricio”, recalcó el joven.
La historia de Anthony ha generado opiniones en las redes sociales, donde aplauden la ayuda de personas bondadosas que buscan transformar vidas y no solo señalar lo negativo de estas o de un grupo. (I)

