Los pescados al cordel, ahumados a leña es una tradición desde la antigüedad que se realizaba por la falta de energía eléctrica en las zonas rurales, por este motivo buscaban conservar el producto y consumirlo en los próximos días, además que mantenía un sabor incomparable.

Esta actividad, aun es conservada por pequeños comerciantes como Virgilio Zambrano de 55 años, que trabaja todos los días cerca del redondel de La Chorrera de la vía E-25 Babahoyo – San Juan, para ofrecer variedad de pescados a clientes habituales o personas que llegan atraídos por la forma como se los exhibe, en este sector perteneciente a la provincia de Los Ríos.

“Se vende todo tipo de pescados: tilapia, guanchiche, dica y vieja”, dice Virgilio y que los precios son de acuerdo al tamaño o especie del pescado, desde 1 o 3 dólares. Su trabajo lo ha mantenido por más de 15 años, comenta que esto le ha permitido en lo económico, ayudar a sus hijos que ahora son mayores de edad.

El comerciante llega todos los días de la semana a ofrecer pescados ahumados que duran un día para secarse al sol y poder ser vendidos. En el sitio limpia, lava y aliña el pescado, acompañado de un colaborador para agilizar la actividad.

Los clientes prefieren en su mayoría, las tilapias abiertas por la espalda, para acompañarlas con menestra y patacón. (I/F)

Por Yeimy

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