El ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, realizó un sobrevuelo por la zona del volcán Wolf, en la isla Isabela de Galápagos, donde confirmó que la actividad eruptiva se mantiene. Los flujos de lava se ubican a menos de cinco kilómetros de la costa, hacia el lado este de la isla.
“La dirección que han tomado los flujos de lava y el desarrollo general de la erupción, nos permite señalar que la población de iguana rosada, se mantiene fuera de peligro”, destacó Manrique.
El magma ha recorrido unos 15 kilómetros desde el inicio de la actividad, se ha desplazado por antiguos campos de lava de erupciones anteriores y sobre vegetación de la zona árida de Galápagos, donde predominaban bosques de palosanto, chala, romerillo y otras especies de flora nativa y endémica.
“En la zona de impacto de la erupción existe muy poca fauna emblemática; sin embargo, las especies han evolucionado con estos procesos naturales que son parte de la dinámica normal de los ecosistemas en Galápagos”, indicó Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos.
El funcionario agregó que las poblaciones de iguanas, tortugas y aves se encuentran al norte del volcán, donde históricamente se ha registrado menor actividad volcánica.
Las erupciones volcánicas son procesos naturales que dan origen a las islas Galápagos. El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica indicó que se mantiene monitoreando este fenómeno para documentar los cambios que se puedan producir en el ecosistema